De gran interés

NO DEJES DE UNIRTE AL GRUPO DE SEGUIDORES DE KANTANDO. INSCRÍBETE AHORA (instrucciones abajo). TU APOYO ES MUY IMPORTANTE. DIOS TE BENDIGA

DEJA TUS COMENTARIOS EN LA PARTE FINAL DE CADA ARTÍCULO. TU OPINIÓN ES FUNDAMENTAL

SE PROHIBE EL USO NO AUTORIZADO DEL CONTENIDO DE ESTE BLOG. PARA MAYOR INFORMACIÓN CONTÁCTANOS kantreras@yahoo.com
kantreras@gmail.com

lunes, 23 de noviembre de 2009

AMAR LA VIDA ES UN DELITO

Algunos disipan los recursos estatales, por gestiones superfluas o deficitarias, o por voluntarias maniobras de corrupción; en pocas oportunidades se hace verdadera justicia. Un hombre asesina a una menor de edad después de violarla y torturarla, y su condena amerita una merecida rebaja de penas, ratificada por la rama judicial, tras considerarse un homicidio simple.

Matar a una o a centenares de personas vale lo mismo, siempre y cuando haya una disposición a manifestar la "verdad". La casa por cárcel es viable para delitos inadmisibles. Bueno...sería interminable citar una lista de decisiones sorpresivas en el mundo actual.

Por esa misma razón me llama mucho la atención la forma tajante y dogmática en que la Superintendencia Nacional de Salud de Colombia le impulso una multa de 750 salarios mínimos a la Entidad Promotora de Salud Coomeva, a través de sus Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud en la ciudad de Cúcuta, tras negarse a practicar un aborto a una menor de 13 años que quedó embarazada después de ser violada.

Quienes defienden este tipo de soluciones facilistas refuerzan su tesis en las afecciones sicológicas que ha generado esta situación en la niña, quien parece haber tenido algunos intentos de suicidio. Se supone que están violando sus derechos fundamentales.

Resulta más grave procurar la vida de una inocente criatura quien no tiene parte en la irresponsabilidad de un desadaptado, que el delito en sí de este último. La Corte Constitucional de Colombia ha pretendido violentar el primer derecho fundamental de todo ser vivo (así legalmente no sea considerada como persona, es decir, hasta que se haga el corte del cordón umbilical, estando vivo obviamente), bajo pretextos descarados que hacen apología a soluciones facilistas.

Pero no contentos con semejante soeza, dicen que los médicos, prestadores de salud y jueces deben recordar que la Sentencia es explícita al decir que la objeción de conciencia es individual y no colectiva, ni institucional, ni judicial, ni de funcionarios públicos.

Acaso no es la sumatoria de las individualidades la que constituye una sociedad? Acaso un grupo, para sobrevivir, no requiere de unanimidad? No es el sentir de uno, especialmente en este tipo de casos, el sentir de todos? (Mt 12:25). No se trata de ser indolentes con las tragedias familiares que suelen ocurrir, como es el caso de esta menor, pero sí se trata de aprender a manejar las situaciones con la mayor objetividad y delicadeza.

Cómo queda el corazón de una pequeña que ha sufrido, si se tapan huecos abriendo otros mayores? Qué siente a lo largo de su vida al pasar de víctima de violación sexual a asesina? No sería mejor asesorarla, darle soporte sicológico, médico, espiritual? No podría considerarse necesario enseñarle a construir para ella y para su criatura un camino de soluciones y propósitos constructivos?

Sólo quien dio la vida la puede quitar, bajo la circunstancia que sea (Job 1:21). Hay un debate aparentemente inmarcesible. Más allá de las razones de quienes quieren tomar parte activa en este asesinato programado, no es un derecho también de los actores del servicio de salud, y de los pocos que quieren verdadera justicia, el optar por el amor a la vida antes que por la promoción celestina de la muerte?

No hay comentarios:

Publicar un comentario