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domingo, 9 de octubre de 2011

CORTE QUE LADRA...

Ha pasado algo más de un mes después de la 'trascendental' decisión de la Corte Constitucional de Colombia con la cual se autoriza el ingreso al sistema de transporte público con mascotas.

Es el resultado de un 'esfuerzo' significativo por parte de nuestros próceres de la rama judicial, quienes han dejado escapar enormes manifestaciones de sus conocimientos legales además de su sentido común afinado en el ejercicio de sus funciones.

En un país que pareciera no adolecer de soluciones para eventos de alto impacto, donde no ocurre 'ningún' tipo de anomalías que alteren la tranquilidad de los habitantes, abordar una temática tan 'esencial' resulta más que necesario.

Muchas peculiaridades han tenido espacio en estas semanas. Los dueños de mascotas, según lo decretado, deben acudir con sus pupilos encerrados en un contenedor de tamaño no mayor a 50x30x30cm, con el carnet que certifique su vacunación.

Curiosamente, según varios trabajos periodísticos, al menos en lo que al sistema de Transmilenio en Bogotá se refiere, estas premisas no se han cumplido en lo más mínimo, debido a la falta de adhesión de los propietarios, y la escasa vigilancia de los trabajadores del servicio.

Imágenes de perros de gran tamaño, no encerrados, sin bozal, paseándose de un lado para otro de los buses, llegando a merodear incluso cerca al sitio en que el conductor se encuentra, haciendo grandes e incómodos recorridos, no resultan tan extrañas.

Los demás usuarios del transporte público, quienes han hecho un pago únicamente para ser trasladados a destinos específicos, deseando como mínimo recibir un trato respetuoso, deben someterse a la penosa resignación.

Amo los animales, me fascinan los perros, etc. Simplemente considero absurdo lo que ocurre. La norma es ridícula; los triste es que, pese a su trivialidad, ni siquiera se cumple en las condiciones en que fue publicada.

Curiosamente, en los días en que esta noticia se hizo oficial, las Corte había rechazado el valor probatorio de la información contenida en los computadores de Raúl Reyes, por la 'injusta' forma en que fueron obtenidos.

Aclaro, soy antiuribista. También estoy en contra de la oposición que tuvo Uribe. Pero es el colmo que esa información tan útil se pierda por cuestiones meramente políticas. El orgullo de la rama judicial afectó una de las herramientas más útiles en el esclarecimiento de la política criminal vigente.

Mientras tanto, la Corte Constitucional estaba dándole paso a una de los aportes más trascendentales para la historia del desarrollo cívico nacional: el permiso para ingresar mascotas al transporte público.

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