LA TUMBA LATINA

El 69% de fallecimientos en Latinoamérica es debido a enfermedades no contagiosas, como las cardiovasculares o respiratorias, con algunas variaciones porcentuales de acuerdo al desarrollo económico y sanitario de cada país, según un informe que recientemente difundido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este promedio es mayor al del planeta, ya que el 63% de las 57 millones de muertes totales en el 2008 se debió a "patologías cardiovasculares o respiratorias, diabetes o cáncer", según Leanne Riley, jefe del departamento de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de la OMS.

En América Latina, las cifras evidencian la situación económica y social de la región, haciendo un paralelo con el número de muertes por enfermedades no contagiosas (ENC).

Todo se debe a un estilo de vida mucho más sedentario y cambios en la alimentación: se hace menos ejercicio y en la dieta predominan los azúcares, las grasas saturadas y la sal, lo que provoca problemas de salud como colesterol, tensión alta y altos niveles de azúcar en sangre. Todo por un falso desarrollo.

"El índice medio de masa corporal se ha duplicado en la mayoría de los países en tan solo treinta años y los casos de sobrepeso han crecido notablemente", precisó la responsable de la OMS.

En el caso latinoamericano, el contraste más claro lo muestran naciones como Uruguay y Bolivia, por ejemplo.

En Uruguay, el 87% de las muertes en el 2008 se debió a patologías no contagiosas, con un 8 por ciento de muertes asociadas a enfermedades contagiosas, problemas nutricionales, mortalidad maternal y perinatal, y un 6% a accidentes o actos violentos.

En Bolivia, por el contrario, un 57% de los fallecimientos tuvieron que ver con las ENC, mientras que un 35% se asociaron a problemas sanitarios curables y un 12% con daños físicos.

Según la OMS, el problema específico de América Latina es que un importante número de esas muertes se produce entre la población menor de 60 años (y muy mayoritariamente de bajos ingresos económicos), lo que representa un duro golpe productividad de los países.

El director de la Iniciativa antitabaco de la OMS, Douglas Betcher, explicó que la incidencia de estas enfermedades no es solo un problema de salud, sino también un grave problema económico, ya que los países gastan miles de millones de dólares en tratamientos contra las enfermedades no transmisibles.

Betcher dijo que estas enfermedades son una de las mayores amenazas para la economía mundial y la seguridad financiera, por lo que consideró "urgente" avanzar en la prevención de las mismas, la mayoría evitables cambiando hábitos malsanos.