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sábado, 9 de junio de 2012

FIEBRE AMARILLA CRÓNICA


Irreverencia sigue siendo el ingrediente principal de la serie televisiva "Los Simpsons”, que cuenta con más de cien premios en su palmarés, cumplió recientemente 25 años desde su primer aparición de dos minutos de duración en “El show de Tracey Ullman”.

Son la familia más famosa en el planeta, más allá del antiguo récord en manos de "Los Picapiedra".
Tan amarillas como su piel son sus críticas sociales, especialmente la estadounidense, con tan alto grado de sátira que es inevitable reir, hasta de sí mismo.

La serie ha sido emitida en 650.000 canales a nivel mundial, y actualmente es producida por Gracie Films para Twentieth Century Fox y Fox Network (a quienes suelen 'atacar' con chistes 'ofensivos'). En estos 25 años, “Los Simpsons” han evolucionado en muchos aspectos.

Fueron concebidos por Matt Groening y producidos por James L. Brooks. Groening se valió de los nombres de su propia familia para hablar de este grupo disfuncional. Desde el 4 de enero de 1990, obtuvieron su propio espacio en televisión, de media hora de duración.

La serie de televisión sobre esta familia de clase media americana, que tiene su propia estrella en el paseo de la Fama de Hollywood, pese a negativas iniciales de Groening, incursionó en el cine en el 2007, recaudando 526 millones de dólares en el mundo.

Bart Simpson parecía llevar la batuta con su osadía persistente. Sin embargo, en forma muy sutil al principio, pero sin duda contundente, su propio padre, Homero, se apoderó del podio en esta familia, complementada por la variable Marge, la sapiente Lisa y la parcialmente muda Maggie.

Springfield es una ciudad que parece caricaturizar el mundo entero. En ella viven cientos de personajes que conforman una amalgama crítica de la sociedad actual, vinculando ocasionalmente personajes de la actualidad norteamericana y universal.

Visualmente la serie tiene sellos distintivos. La secuencia de apertura es tradicional; empezando con el título del programa y la panorámica de Springfield, seguido del trayecto de regreso a casa por parte de cada uno de los Simpson.

Asimismo, hay gags tradicionales. El de la pizarra, viendo a Bart escribiendo mensajes grotescos; el del sofá, que genera un ambiente diferente y entretenido cada vez que los Simpson llegan a sentarse. Aun la sinfonía, que fue compuesta en dos días por Danny Elfman, es representativa.

¿Quién no tiene claridad en expresiones como el ¡Ouh! de Homero, el ¡Ay, caramba! de Bart, el ¡Excelente! del señor Burns, el ¡Ah, ja! de Nelson? Ellas han sido grandes protagonistas del merchandising de la comunidad amrilla.

Admirados, seguidos, rechazados, censurados, ... pero nunca inadvertidos. Los Simpson han impactado en un cuarto de siglo a tal punto que la revista Time la consideró como la mejor serie del siglo XX. Es mucho tiempo  pero parece que a ellos les resulta breve. ¡Enhorabuena!

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