Una de las series más representativas de la televisión estadounidense en la década de los ochentas fue "La pequeña maravilla", historia de una niña robot que convivía con su inventor y su respectiva familia como si se tratara de una hija adoptada.
La androide fue llamada Vicki (interpretada por la actriz Tiffany Brissette), debido a que su creador, Ted Lawson, identificó su trabajo como V.I.C.I. (Voice Input Child Identicant). El resto de la familia Lawson era conformado por Joan y Jamie, madre e hijo respectivamente.
Este último personaje, caracterizado por el entonces niño Jerry Supiran, sufría las consecuencias del asedio enfermizo de su eterna enamorada, Harriet, una pelirroja que se caracterizaba por su comportamiento desesprante y que lograba dejar en crisis al hermanastro de la robot.
Muchos años después del sitcom exitoso que se apoderó de las pantallas entre 1985 y 1989, el ahora adulto Supiran, parece sufrir una tragedia relacionada con una mujer que inicialmente le asedió, al estilo Harriet, pero después lo dejó en la ignominia.
Al parecer, la bailarina de stripteasse de Los Ángeles con la que convivía, ayudada por un publicista que prometió a Supiran un futuro laboral, le robó los últimos ahorros que le
quedaban de sus días de fama, dejándolo en una indudable bancarrota. Por tal motivo actualmente vive bajo un puente de California.
Según dijo el actor de 39 años de edad, tras el final de
la exitosa teleserie, se dedicó a diversos oficios, como el de mesero, con lo cual, aunado a los ahorros que le quedaban de sus épocas de gloria (cerca de medio millón de dólares) vivía con cierta dignidad.
Ahora, lejos de aquella fama que lo ubicaba como uno de los niños más vistos de la televisión en su momento, y aún más lejos del amor y la estabilidad económica, espera que de alguna forma su suerte logre sonreirle mucho más que su antigua 'hermana' Vicki.
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